Sara y el silencio
Con Irela de Villers, Antonio Rojas, Guadalupe Damián y Magali Ortega.
Colectivo Escénico Seres Comunes.
Casa Vecina Espacio Cultural, CDMX, 2008.
[Fragmento]
Lucas_ ¿Quién decidió quien sería la mala y quien la buena? No fue justo.
Natalia_ Tal vez la excitación no le permita recordar que la vida no es un cuento de hadas, señor León. La vida no está hecha de esperanzas, uno la llena de ellas pero ellas no echan raíz. Tampoco los buenos deseos prosperan. ¿Se imagina? Si la vida fuera de otro modo, habría tiendas especializadas en zapatillas de cristal, todas las manzanas vendrían empacadas al vacío y con un antídoto de promoción, vamos, todos los príncipes azules estarían inscritos en una agencia de modelos y bastaría con levantar el teléfono para vivir felices por siempre… No, señor, la vida no puede ser de otro modo. Así es y punto. No imagines más de la cuenta, Lucas y, tampoco te dejes llevar por las apariencias, la verdad siempre va a ser peor si la imaginas.
Lucas_ ¿Entonces sigo con la cocina?
Natalia_ Antes debo besarte.
Lucas_ Claro, no lo recordaba.
NATALIA BESA A LUCAS Y, TRAS EL BESO, AMBOS QUEDAN EN SILENCIO.
Natalia_ Es tarde y la señora aún no ha comido. Lo dejo trabajar.
NATALIA HACE EL AMAGUE DE IRSE.
Lucas_ ¿Natalia? ¿Por qué no detenemos todo aquí? Yo ya conozco mi final y estoy conforme con el. Ahora mismo no quisiera repetirlo. No es por mí, es por Mateo. El Hombre de Hojalata y el Espantapájaros no tuvieron hijos, tal vez por eso no volvieron, pero yo… creí que podría, pero a final de cuentas soy un cobarde. Ahora mismo no quisiera estar aquí. ¿Me entiendes?
Natalia_ Tiene que tranquilizarse, señor León, este camino amarillo no es tan largo como cree y en Kansas ya lo olvidaron. La historia ya no es suya, otros tiene que detenerla. Otro.
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